A nivel profesional soy Diseñadora de Interiores, me formé en la escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Madrid. Cuento con casi treinta años de experiencia trabajando como Decoradora tanto a nivel particular como en importantes tiendas de interiorismo. A la hora de decorar mi prioridad siempre ha sido crear espacios cálidos y acogedores para que las personas se encuentren a gusto en ellos porque creo que nuestra casa es nuestra tercera piel. Es el lugar donde descansamos, recargamos pilas, y donde nos sentimos protegidos del mundo exterior. Estoy convencida de que vivir en un lugar equilibrado y bonito, rodeados de las cosas que amamos aumenta nuestra energía y bienestar.
Elegí esta profesión sobre todo porque desde que tengo memoria me ha gustado pintar, recuerdo una niña tímida y tranquila que siempre estaba dibujando. Y ahora de adulta cuando pinto, siento que es mi niña la que sale a jugar y a disfrutar con los colores, y que a través de ella es mi Ser quien se expresa. Busco el color en todo lo que me rodea y no solo el color sino las formas, las texturas y la belleza, me dan calma, centramiento y armonía. La pasión que tengo por la pintura es lo que me da la vida, siento que vivo y avanzo cuando pinto y que me estanco y me apago cuando no lo hago.
De todas las técnicas pictóricas que existen he elegido la acuarela por su transparencia, porque es impredecible, porque nunca sé cómo va a terminar el cuadro que me dispongo a pintar. Me gusta jugar con los colores y dejar que sean ellos los que de forma caprichosa elijan por dónde ir, en esa unión que hay entre mi mano y el pigmento disuelto en el agua…. y casi al final, me gusta alejarme y dejar la pintura como en estado de meditación, cuando aún está con humedad para que sea ella quien decida como quiere terminar.
En realidad siempre he pensado que es un duende quien acaba mis cuadros, por eso me gusta dejarlos en silencio y calma cuando la obra aún no ha secado, me alejo para que ese duende mientras juega, impregne su magia y la termine.
Hace unos años pensé sacar el arte a la calle y empecé a pintar sobre ropa y complementos. Pintar sobre la ropa me parece un juego divertido, sobre todo porque nunca sé cómo se va a comportar un tejido hasta que me dispongo a pintarlo.